En el debate más importante, a seis días de la elección presidencial, el que aparecía como el seguro ganador de la derecha para pasar a segunda vuelta, José Antonio Kast, tuvo su peor presentación desde que se erigió como candidato.
Incoherencia entre su relato y su programa, respuestas inadecuadas, y lo que podría significar un golpe a su línea de flotación: el yerro en los números, los mismos que utilizó como su mejor arma para intentar socavar al candidato de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric.
Sebastián Sichel, por su parte, mostró su mejor presentación de todos los debates. Salió a morder a Kast. Y lo mordió. "Tenemos que dejar de hablar del pasado, y citar a Pinochet me parece un error", fue una de las intervenciones del abanderado del oficialismo en contra del líder del Partido Republicano por su defensa de la dictadura de Augusto Pinochet.
Pero sin duda el golpe que mandó a la lona a su rival en la derecha se dio al momento en que Sichel recogió la pelota que había quedado dando bote, cuando Juan Manuel Astorga dejó en evidencia que el candidato del Partido Republicano desconocía la proyección de crecimiento del país. Fue ahí cuando el exministro de Desarrollo Social barrió con Kast, enfatizando que tal ignorancia era inadmisible, además de dejar en evidencia la falta de competencias en materia económica del representante de la extrema derecha en Chile.
En un momento en que todo parecía certidumbre para la derecha, ahora, a menos de una semana de la elección, el sector vio cómo se instaló un manto de dudas que, más que dar vuelta el marcador, podría acarrear como la principal consecuencia una mayor división de sus votantes, quitándole posibilidades reales de competir al que pase en su representación a segunda vuelta.
En el debate más importante, a seis días de la elección presidencial, el que aparecía como el seguro ganador de la derecha para pasar a segunda vuelta, José Antonio Kast, tuvo su peor presentación desde que se erigió como candidato. Incoherencia...
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