Casi nunca voy a Conce, el ambiente no es de mi agrado. He andado en sus micros y sólo he presenciado el poco tino para conducir de los choferes, no recuerdo haber visto a alguno repartiendo cadenazos
En Chillán no pasa eso aún![]()
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A los pasajeros les ha faltado poco, pero mandan al ayudante flaite a que los eche abajo si es que es necesario. Sino se baja con un fierro a amenazar a otros vehículos (en las noticias el año pasado mostraron como uno de estos se bajó a rajarle el neumático a un vehículo porque no le dió el paso al salir de la bahía del paradero) o pelea y amenaza a otros micreros en la ruta, con muestra de pistola por el vidrio incluida.
Acá lo más violento que me ha pasado fue que en una ocasión tenía una mezcla de monedas de 50 y de 10 para pagar el pasaje, el amable chofer al parecer sufría de fobia a las monedas pequeñas y las arrojó al suelo. Me fui a mi asiento y me acomodé tranquilamente, supongo que el rabiotico conductor igual las recogió cuando llegó al terminal![]()
Me acordé que cuando el pasaje costaba 120 una vez pagué 20 pesos en monedas de 5, también las tiró al suelo, pero me dió boleto.

. En una ocasión, la otra micro ya estaba tomando pasajeros en una de las esquinas claves, por lo que nuestro chofer se estacionó delante medio atravesado para que la puerta delantera quedara cerca de la vereda y la gente pudiese subir. Indignado, el otro chofer aserruchó su water y partió disparado, volándole el retrovisor derecho a nuestra micro. En eso nosotros igual partidos a toda máquina y a dos cuadras el otro paró en la esquina por más pasajeros. El chofer de nuestra micro se tomó su tiempo, hizo los cálculos y con un golpe preciso le voló el retrovisor izquierdo. De ahí se calmaron los ánimos y la pelea de transformes terminó 




desde algún lugar
. Me demore cerca de 2:30 horas en llegar a Baquedano.