La pelota al piso: En el fondo está lo importante (wall text)

Pescador

Pajarón Viejo
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21 Noviembre 2012
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Bueno estimados, después de un tiempo me hago el entusiasmo para postear de nuevo en el foro y compartir con ustedes algunas opiniones sobre lo que está pasando ahora acá en Chile, o sea, nuestro país.

Primero decir que yo no soy ruso, ni cubano, ni venezolano y menos alienígena, que soy un chilean old man con varias décadas encima y que, hoy por hoy, debe convivir con un sistema político, económico y social que se preocupa de cualquier cosa menos del bienestar real de las personas comunes y corrientes, y eso es lo que tiene a mucho más de la mitad de la población así como para la corneta, como “chata”, endeudada, frustrada, molesta, cansada e indignada… Lo digo no porque lo piense o lo crea, sino porque lo vivo cotidianamente en mi familia y mi comunidad.

Segundo, decir que no puedo entender que, viendo todo lo que ha pasado y lo que está pasando, aún haya personas que sigan defendiendo a ultranza el modelo, aun cuando la realidad les dé palmetazos en la cara y las estadísticas nacionales e internacionales indiquen con claridad meridiana que era evidente que esto ya no daba para más. Mala cosa esto de los fanatismos ideológicos y los “sesgos en la información”.

Es entonces curioso y triste constatar que en la elite chilena y sus arrimados hay personas que todavía creen de verdad que acá no hay problemas graves y que todas estas marchas y movilizaciones son de puros delincuentes, que afirman que todo esto es organizado por los “enemigos internos” que apoyados por la internacional comunista quieren desestabilizar Chile, y que los carabineros y los militares han actuado correctamente en defensa del orden y la seguridad ciudadana en beneficio de toda la población. Medalla para ellos.

Este pequeño pero selecto grupo de mentes y corazones (y que provienen casi todos de tres o cuatro colegios muy particulares donde se preparan los cuadros administrativos y gerenciales del asunto país) pareciera que vive en Narnia. No se dan cuenta que su sistema no funciona bien, que no es justo ni equitativo, que no estimula la cooperación sino sólo la competencia, que no educa socialmente a los individuos, que los viejos están sufriendo con jubilaciones de mierda, etc, etc, etc...

La elite y sus arrimados no entienden que no se trata de ponerse comunista o socialista o indigenista ni nada por el estilo. Se trata de entender que para que el capitalismo que tanto defienden funcione, hay que salvaguardar siempre un poquito de ética, de moral y de justicia social, cuestiones que acá sencillamente no existen y que por lo que yo entiendo, son la base principal que impulsa las actuales movilizaciones.

¿Acaso no es posible que las AFPs en vez de ganar 1.000 millones de dólares por año ganen solo 500…? ¿No es posible que a los empresarios corruptos que se coluden para cagarse a las personas los condenen a penas de cárcel y no a clases de ética…? ¿Acaso no es posible tener un sueldo mínimo decente y que no se termine a mediados de mes…? ¿Acaso no es posible que el transporte público sea de verdad público y no privado disfrazado de público…? ¿No es posible que las empresas eléctricas y sanitarias funcionen bien, como corresponde, cobrando lo justo por sus servicios…? ¿Acaso no es posible morigerar el extractivismo que está dejando la crema en nuestros ecosistemas naturales…? ¿Acaso no se puede tener una educación de calidad en lo humano, lo científico y lo técnico para disminuir la cantidad de flaites que salen a saquear y a robar disfrazados de gerentes o de lumpen cada vez que tienen la oportunidad…?

Todas esas cuestiones y muchas otras más creo que se podrían mejorar sin muchas dificultades si de verdad esta fronda aristocrática y arribista que hoy nos gobierna entendiera que el dinero no es el dios último y que su posesión a destajo tampoco asegura la felicidad. Si entendieran que los gobiernos no pueden ser un espacio para buscar el arreglín que estire sus utilidades de clan, sino administrar honestamente lo que hay tratando de que les cunda para todos, o sea, pensando en todos los habitantes que componen la nación, asumir que las riquezas que un territorio genera deben ser repartidas con equidad, que las leyes son para todos iguales, y que las ganancias en los negocios, que nadie las cuestiona en sí, se deben lograr respetando las reglas del juego y sin afectar la calidad de vida de los ciudadanos.

Ya, pero… ¿Acaso hoy día a la elite le interesa de verdad hacer un buen gobierno…?

Hasta hace menos de un mes, la verdad es que pareciera que no ya que sus integrantes junto a todos sus arrimados vivían felices comiendo perdices y disfrutando los privilegios de clase que históricamente han tenido en Chile. Subían de precio los peajes, la bencina, el agua, la luz, los pasajes, los remedios, la cuota de la multitienda, la cuota del supermercado, el arriendo, etc., sin que nadie de estos iluminados dirigentes se asombrara ni dijera nada. Todo bien.

Subían las utilidades astronómicas de las Isapres, de las AFP, de los Bancos, de la bolsa de valores, del Retail, de las grandes corporaciones mineras, de las empresas pesqueras, de las forestales, de los especuladores y de todos quienes sin ningún escrúpulo exprimen al país hasta dejarlo seco (literalmente). Todo bien.

Subían también los episodios graves de contaminación en diversos lugares, la gente sin acceso al agua potable por días, sin luz por 72 horas por un temporal cagón, aumentaban las filas en los consultorios y hospitales públicos, los apretones en el metro y los tacos infinitos en las autopistas. Aumentaba la delincuencia y los conflictos internos, aumentaba la desesperación por no poder subsistir decentemente sin caer en la ayuda de los familiares o de los amigos y vecinos que solidariamente tratan de ayudar a quienes tuvieron la mala cueva de enfermarse o de jubilarse. Todo bien… son externalidades.

Paralelamente bajaban las flores, la cantidad de médicos en la atención primaria y las especialidades, los insumos en los servicios públicos, los estudiantes matriculados en las Escuelas públicas, las condenas por delitos tributarios o de colusión, bajaba la esperanza mientras disminuía hasta casi desaparecer el compromiso social de una clase política corrupta y servicial a la misma elite que administra y corrompe (si pues, para que haya corruptos debe también haber corruptores). Todo sigue bien… Estamos trabajando para usted.

Y esa es la realidad en la que los chilenos y chilenas vivimos cotidianamente, y la verdad sea dicha, creo que a este grupo de iluminados multimillonarios jamás le ha preocupado de verdad el bienestar del país y hacer un buen gobierno. Ellos están cegados por su ideologismo extremo y por las inmensas cantidades de ceros que muestran sus saldos bancarios y nada más importa… Ya lo cantaban los prisioneros: lo estamos pasando muy bien, yea yea yea yea, no ganamos bastante, hia hia hia ho, esto es magnífico, la la la la la…

Ceguera gravísima o mariconeo cara dura, una de dos, y a dos semanas que haya quedado la cagada y que más de dos millones de personas se manifestaron en todo Chile para cambiar esta realidad charcha e injusta, las autoridades se siguen haciendo las lesas tratando de descubrir por qué vía se logra que la gente se calme sin tocar su sacrosanto modelo (¿Un bono de fin de año de 500 lucas para cada uno…?). Incluso debemos aceptar que el padre del neoliberalismo y de todas esas empresas espúreas formadas en dictadura mediante oscuros procesos privatizadores, don José Piñera (hermano del presidente) salga de nuevo a vociferar por los medios que el modelo es la raja y no se toca… Vuelvo a insistir: o es ceguera gravísima o soberbio mariconeo cara dura.

Hoy día vemos como la década de los 80 vuelve en gloria y majestad: protestas en todas las esquinas, cortes de tránsito, vandalismo, milicos en las calles, los pacos otra vez actuando de manera muy poco profesional (reprimir es lo que mejor saben hacer), el país cuestionado internacionalmente, la clase política sin rumbo ni propuestas, y un discurso mediático que destaca el actuar de flaites delincuentes para desvirtuar los temas de fondo y justificar la represión desalmada que, curiosamente, no afecta a los vándalos ni a los encapuchados, sino a la gente común y corriente que sale a la calle a manifestar su descontento. Mala cosa y malos recuerdos. Se me aparece de nuevo la foto de Pinochet con Chadwick jovencito y digo que el tiempo parece que no ha pasado… Pateando piedras.

Para terminar un acápite: Alguien preguntó en otro hilo como se soluciona esto y yo digo que se puede hacer siempre y cuando haya voluntad y se entienda que hay mucha gente que lo está pasando mal, por lo cual el modelo político, social y económico del país debe, si no cambiar, al menos corregirse sustantivamente, y para ello, creo que hay tres líneas de trabajo urgentes:

1. Hay que cambiar la actual constitución: Es importante terminar con el rol subsidiario del estado y hacer que este asuma un rol regulador y fiscalizador. No se trata de ponerse comunista, sino de poner reglas mínimas para que el mercado funcione con decencia. Si usted mira quien está en contra de esta idea, podrá identificar a los hiper ideologizados ciegos o maricones que no quieren cambiar nada para no perder sus privilegios.

2. Educar para que los ciudadanos de este país entiendan el valor de la vida en sociedad y la importancia que tiene la participación ciudadana en la toma de decisiones y en la conformación del aparato administrativo que todo estado civilizado debe tener. El individualismo no conduce a nada porque los seres humanos somos entes sociales y debemos aprender a vivir en comunidad, y esta tarea no es sólo de la escuela sino también de la familia, las organizaciones sociales, los clubes deportivos, las juntas de vecinos, los sindicatos, etc.

3. Esa postura cómoda de no ir a votar por la razón que sea es la causa principal del desastre que hoy hay en el gobierno, en el parlamento y en los servicios públicos llenos de apitutados que no hacen bien la pega y afectan sensiblemente a los usuarios. El día que todos voten a conciencia sabiendo bien por quien lo hacen se acabarán los negligentes y tendremos de verdad un país con autoridades representativas y comprometidas con sus votantes, no como ahora que gracias a la abstención de más de la mitad de los ciudadanos salen electas las mismas mierdas de siempre con los votos de los mismos aweonaos de siempre. Mala cosa.

Ya estimados…. Se me ocurren hartas cosas más que comentar, pero ya va el medio wall text y de seguro varios me estarán puteando por escribir tan largo. Gracias a quienes se tomaron el tiempo de leer.

Un abrazo cariñoso para todos y todas sin excepción y los que viven en las ciudades grandes por favor cuídense, porque con los vándalos y los pacos dejando la cagada en las calles, hoy hay más peligro que de costumbre.

Saludos desde la orilla del río.
 
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