La ley de neutralidad y la competencia entre ISP's avivó la banda ancha hogar. El estado no se mete en los asuntos entre empresas privadas, y a diferencia de lo que sucede en otros ámbitos donde existe colusión, eso no pasa en el ámbito telecomunicaciones. (En general el trato entre empresas de telecomunicaciones es por decir lo menos, hostil).
La banda ancha móvil es algo complicado por la geografía del país y por el limitado espectro disponible en Chile para estas tecnologías. Aquí no queda alternativa, el estado regula la banda disponible, y la reparte entre los actores que correspondan. Con el tema de la portabilidad, en trato entre empresas es similar al de los personajes de Spy vs Spy, tratando por todos los medios de joderse entre sí para poder comerse a la otra empresa.
En resumen: En este ambito de negocios, el capitalismo funciona. Al menos en el centro de Chile.