Así es, sobretodo con la impotencia que el gato (o el animal que sea) no te dice donde le duele o como se siente. Uno debe saber jugar a ser Mandrake el mago y adivinar pa donde apuntar los dardos. Y muchas veces, no le achuntas
Me pasó con mi gata, un día llegue a la casa, me esperaba como...