Nick Fury, profesor normalista egresado del Peda, dictando clases por videoconferencia
Para cuando llegó el corona virus a Chile me encontraba en plena fase de conocimiento de los cursos. De un tiempo a esta parte, la dirección del establecimiento me viene asignando solo los cuartos medios, con los cuales trabajo no solamente mi asignatura (Historia) si no también la parte vocacional, oficiando como Coordinador P.S.U. Así, me he convertido en una suerte de mito, muchos cabros de cursos inferiores ansían que les haga clases, ya sea por mi estilo relajado - sí, aunque no crean, soy un profe relax- o bien por las mil y una historias que suelo narrarles. Como sea, esta pandemia nos pilló a buena parte de los docentes a poto pela'o, sin plataformas para desarrollar clases online y donde el mayor contacto sería una página web y el correo. Ya, sí, también las redes sociales, y pese a estar casi a la mitad de mis cuatro décadas, hace tiempo decidí entrar en sintonía con los cabros y tener mi instagram. Sin embargo no era suficiente. Subir guías a la página, que los chicos me preguntaran ¿Profe, como se hace?, resultaba algo incómodo.
No me considero un profe excepcional, de hecho, en muchos aspectos, valgo callampa, lo que me ha permitido zafar por años de las jefaturas de curso. Menos mal. Pero soy de espíritu inquieto y cuando se decretó la suspensión de clases me pregunté a mi mismo ¿Oye, mismo, y ahora qué?. Cáspitas y recorcholís fue la respuesta, pues nunca había trabajado nada online, y aunque me considero un computín medianamente avezado, quedé en blanco. Mis ex alumnos, ya cursando la educación superior, me hablaban de Zoom, de Blackboard, Tablillas Sumerias y otras panaceas que no me convencían del todo. Busqué y busqué (estoy exagerando, no busqué tanto, al decir verdad) y di con una herramienta proporcionada por Google, Classrroom. Me puse a cachurear, metiendo mano por aquí y por allá y encontré simpático el asunto: Una suerte de Chat, con la opción de cargar material, generar tareas, informe de calificaciones y varios extras más. Puta, me dije a mismo, no es malo.
Mi salón de clases, Classrroom.
(Algunas clases aún sin audiencia, lo que me recuerda que debo enviar código de accesos)
(Algunas clases aún sin audiencia, lo que me recuerda que debo enviar código de accesos)
Entre los quehaceres hogareños, intentos de master chef y limpiador de baño a nivel profesional (véanme como unos audífonos puestos rockeando), fui armando poco a poco las sesiones de clases. Reciclé material usado en años anteriores, pero aún vigente. Cargué material y usé el correo gamer de mi hija para hacerme clases yo mismo. Yaaaa, sé que se lee estúpido, y posiblemente así lo sea, pero era preferible aquello a fracasar con la plataforma en funcionamiento real, o, como le llaman los informáticos, con la plataforma "En producción".
Mi primera sesión en Classroom
Como diría un gran filosofo de Alto Volta, estaba dado para el éxito. O al menos eso creía yo. Una de las primeras quejas de los cabros fue la ausencia de la video conferencia. Pero no tengo micrófono ni manos libres (no los necesito, no manejo) y mi añoso pc gamer carece de cámara web (tampoco la necesito) y no estaba dispuesto a invertir en ello.
- Alumnos: Pero profe!
- Yo: Pero nada!
- Alumnos: Pero profe, esto es como un chat
- Yo: Sí ¿y?
- Alumnos: Pero profe
- Yo: Yaaaaaa
- Yo:
- Yo: Pero nada!
- Alumnos: Pero profe, esto es como un chat
- Yo: Sí ¿y?
- Alumnos: Pero profe
- Yo: Yaaaaaa
- Yo:
Finalmente, a mis alumnos no les quedó más aceptar que se trabajaría vía classrroom, pero mientras, yo pensaba: Jovencitos, que lo tienen todo, y se quejan de llenos no más. La verdad, ese pensamiento fue con otras palabras. Con todo, la primera clase fue bastante aceptable. Trabajamos el contenido conceptual, comenzamos a desarrollar la guía, intentando orientar las respuesta de mis alumnos. Usando un concepto bastante manoseado, diría que era una suerte de acompañamiento. En lo personal, me faltaba la pizarra y mis plumones ya sin tinta. También los ppt proyectados en la pizarra y llenos de mis apuntes, con los cabros preguntando ¿Profe, qué escribió ahí? y yo respondiéndoles, no sé, pero da lo mismo, pon atención o te pongo un punto menos. Dicho esto, no quedaba de otra que ser más sintético y ciertamente, generar más actividades prácticas.
Sección Trabajo en clases en Classroom. El material queda a disposición de los alumnos, que entrete
( Loco, ha pasado más de un mes y los angelitos aún no devuelven la tarea)
Así, pasó la primera semana. Algunos cursos, con muy buena aceptación, otros alegando por todo. Por todo. En fin, lo importante seguía siendo ayudar a desarrollar sus actividades a los muchachos y al menos, revisar algo de contenido conceptual. A estas alturas, me sentía aportando un grano de arena por el amor y la paz mundial. Además, me sentía activo. La segunda semana fue más compleja: Algunos cursos en Paro online. Paro Online poh, loco ¿Qué saben de paro sin haber pasado por el depto. de Historia de la UDEC?. Pero bueno, siempre he sido respetuoso de este tipo de decisiones y trabajé solo con algunos cursos. Así, entramos en período de vacaciones de invierno, en pleno otoño, como diría el gran Kiko ¿Qué cosas, no?.( Loco, ha pasado más de un mes y los angelitos aún no devuelven la tarea)
Los rumores sobre la extensión de suspensión de clases eran cada vez más latente. No volveríamos el 27 de abril y mi alma de poeta decía "Puedo escuchar la sala vacía, mientras los fantasmas borran la pizarra y la voz temblorosa del inspector que me dice ¿Por qué cresta no pasaste la asistencia "##%&%$#?.
Ya, pero volvamos a lo que nos convoca. U.T.P nos pide pruebas para que los jóvenes se autoevalúen, las que deben ser descargadas desde la web del colegio y luego, ser devueltas al correo de los profesores para su evaluación. Insisto, soy inquieto y dije: "debe existir una forma de evaluar online", veamos... ah, diablos ¿ y si aprieto el botón delete? Nah, mejor aprieto el botón Tarea-Añadir y voilá!, formulario de google!
Creando una prueba autocorregible Online con formulario de Google.
Así, fui configurando una prueba experimental, donde inicialmente participaron alumnos y ex- alumnos, para luego hacer partícipe a la gente del foro, so pena de banearlos si no me apoyaban esta labor, tal como pueden leer acá.
Configurando la prueba experimental
De manera perspicaz y aguda, se habrán dado cuenta que la configuración no requiere un post grado de ningún tipo. Escribimos la preguntas, añadimos las opciones, activamos el interruptor obligatorio y ya está. Luego, asignamos el puntaje por pregunta ( le podemos dar mayor peso a ciertas preguntas) y marcamos la respuesta correcta en nuestra pauta. Ninguna ciencia.
En el apartado configuración, seleccionamos que pueden ver los encuestados y el momento en que recibirán sus resultados:
También configuramos como se presenta la prueba al alumno, con un amistoso mensaje luego de cada respuesta
y también, algunas exigencias básicas:
Reconozco que una vez configurada la prueba, solo quería aplicarla y sobre todo, ver los resultados, dando por hecho que tanto alumnos como ex alumnos tendrían muy buenos resultados. En este punto, pequé de iluso. Pero vamos, estamos en pandemia, algo estresados, se entiende que no pueda esperar buenos resultados. En fin, lo simpático es que en classroom se crea una carpeta de Drive, donde se alojan los trabajos de los alumnos y una de las cosas más relevantes para mi labor, estadísticas. Me encantan los números, veamos:
Gráfico de rendimiento General
Preguntas con mayor tasa de fallos(en este caso, casi todas )
Opción de enviar resultados por correo
Gráficos asociados a cada pregunta
Opción de corrección de preguntas erradas de manera individual
Yo encontré a toda raja esta cosa de la estadística: Me permitirá generar una retroalimentación, re-planificar los contenidos para cuando retornemos a la sala y otras cosillas propias de todo profe. Para los alumnos, tienen la ventaja de no gastar ni tinta ni papel, una de las principales quejas del alumnado.
Y bueno, como si fuese una suerte de review, paso a comentar lo bueno y lo malo de classroom:
Ventajas:
- Permite el acompañamiento hacia el alumnado.
- Material de trabajo queda cargado en el módulo.
- No existe gasto de tinta ni papel.
- Estadística completa para el profesor.
- Opción de crear pruebas auto corregibles.
Desventajas:
- La versión básica no permite el uso de micrófono ni cámara (existe la opción mientras sea parte de G Suite)
- El profesor debe ser muy sintético en la exposición de contenidos
- Las dudas de los alumnos se pueden perder en el abismo si no se revisan los comentarios anteriores
- No se puede compartir pantalla, esencial cuando se revisa un ppt, por ejemplo.
Finalmente, y para no darles más lata, una pequeña reflexión, pensamiento o meditación: Así como el Covid llegó para quedarse, la educación a distancia también. No sé, hoy la culpa fue de un Murciélago, mañana podría ser una Oveja mutada o que sé yo. Lo importante es que toda la comunidad educativa debe estar preparada en lo que parece ser un nuevo desafío. Dentro del abanico de opciones que se disponen, Classroom ofrece un potencial enorme, yendo más allá de la simple conferencia ¿Aló Zoom?, permitiendo un mayor seguimiento del trabajo escolar, con un ahorro considerable de material, punto no menor dado el actual contexto de crisis.
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